martes, 22 de mayo de 2012

Bernhard Weiss: el policía judío que encarcelaba a nazis


Bernhard Weiss (Berlín, 1880- Londres, 1951) fue un abogado de origen judío y Vicecomisario de la policía de Berlín durante los convulsos años que siguieron a la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. Weiss protagonizó hace 85 años una de las primeras campañas propagandísticas promovidas por el Partido nazi para hacer dimitir a un funcionario público de aquel país.

Antes de finalizar la guerra europea, Alemania se vio inmersa en graves disturbios provocados por las condiciones de vida que sufrían sus ciudadanos desde el inicio del conflicto. El temor a que se produjera una revolución bolchevique planeó sobre los territorios del imperio e hizo temblar a sus dirigentes. Peter Fritzche en su libro “De alemanes a nazis 1914-1933 (Siglo Veintiuno Editores, 2006) dice al respecto que “Bajo los rigores de la guerra la sociedad alemana pareció disolverse lentamente en encolerizadas facciones […] Una corrupción sin precedentes dentro de la burocracia, pequeños vandalismos y delitos contra la propiedad realzaban la atmósfera de amargura y agresividad de la población”. La revolución de noviembre de 1918, con sus consejos de trabajadores y la posterior caída del Kaiser, provocaron graves enfrentamientos armados en todo el país.

Ante esta situación, el Ministerio del Interior de Prusia nombró a Weiss, condecorado con la Cruz de Hierro en la guerra en la que luchó como capitán de caballería, como Jefe Adjunto de la Policía Criminal de Berlín, la Kripo. Sus métodos no pasaron desapercibidos a sus superiores ni a sus compañeros. Weiss aplicó los avances científicos de la época en la resolución de crímenes con la mejora de los microscopios, con la incorporación de polígrafos más fiables, y de análisis de sangre más precisos. Además,  creó el primer laboratorio móvil de la historia del crimen – llamado de manera informal como el "vagón de Weiss" - que podía viajar a la escena del crimen, lo que mejoró la calidad de la recogida de las pruebas forenses. La tasa de resolución de crímenes llegó al 97% de los casos, y se llegó a comparar a la Kripo con el Scotland Yard británico.

En 1925, este auténtico pionero a la hora de renovar los métodos de la policía científica, se convirtió en el máximo responsable de la Kripo. Dos años más tarde, fue nombrado Vicecomisario de toda la policía de Berlín.

El papel de Weiss al frente, primero de la Kripo y después de toda la policía de Berlín, no fue fácil en la época que le tocó vivir: la República de Weimar. Este período histórico está comprendido entre el final de la Primera Guerra Mundial y el ascenso de Hitler al poder en 1933. Los primeros años de Weimar estuvieron marcados por la crisis política, económica, y social. La nueva república no gustaba al Ejército, ni a la burguesía nacionalista, ni a los grupos de extrema derecha, ni a los de extrema izquierda. El abogado y policía, que perteneció al Partido Democrático Alemán como Albert Einstein, intentó en todo momento que la policía de Berlín defendiera la democracia parlamentaria, con lo que se ganó enemigos a ambos lados del espectro político alemán.

El historiador Michael Burleigh, en su libro “El Tercer Reich” (Taurus, 2002), afirma que  “En la actitud de la policía con los extremistas durante la República influyeron la clase y una campaña de violencia terrorista. Por el contrario los nazis, salvo objetivos como el Vicecomisario de Berlín Bernhard Weiss, optaron […] por una actitud pasivo-agresiva hacia la policía y fueron retóricamente firmes en cuanto a la ley y el orden”. Burleigh añade que “Las simpatías de los policías probablemente se inclinasen por la derecha, aunque esto es difícil de determinar con cierta exactitud, ya que les estaba prohibido ingresar en el Partido Nazi, pero eso no quiere decir que no pudieran simpatizar secretamente con él”

En 1927 la policía de Berlín clausuró la sede local del Partido Nazi e interrumpió la recaudación de fondos y su propaganda editorial. Pero aquí no acabó su dureza respecto a los camisas pardas. En agosto el mismo año Weiss encarceló a 500 seguidores nazis cuando regresaban de un mitin en Nuremberg, acusándolos de pertenecer a una organización ilegal.

La presión de Weiss contra Partido Nazi fue tan intensa que en las elecciones locales en Berlín que se celebraron en mayo de 1928, los seguidores de Hitler solo obtuvieron el 1,5% de los votos. Fue entonces cuando la maquinaria propagandística nazi se puso en movimiento. El futuro Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, puso en su punto de mira al policía y comenzó una campaña de desprestigio en su diario Der Angriff (El Ataque). El hecho de ser judío y estar al frente de la policía de Berlín fue la munición que utilizaron los nazis contra Weiss. De esta manera se convirtió en el judío más odiado y estigmatizado de la República de Weimar.

La respuesta de Weiss fue demandar a Goebbels para impedir que hablara de él por difamarlo en este diario. El policía ganó varias veces sus batallas legales, pero con la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933, Weiss fue despojado de su ciudadanía alemana al ser judío. Junto con su familia, Berhard Weiss emigró a Londres, donde murió de cáncer en 1951 a la edad de 71 años. Actualmente el atrio de la estación de Friedrichstrasse en Berlín lleva su nombre.








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